miércoles, 16 de junio de 2010

Decepción total

Después de lograr los títulos de Copa del Rey de la Euroliga, más susceptibles de sorpresa por el sistema de competición, el Regal Barça solo tenía por delante el título de Liga para completar una temporada redonda y sumar todos los títulos en juego. parecía impensable que alguien venciera tres partidos de cinco a un bloque que a lo largo de toda la temporada solo había cedido cinco derrotas, pero llegó el Caja Laboral y no solo doblegó al Barça de Xavi Pascual, sino que le endosó un doloroso 3-0. Una decepción que deja sabor agridulce, pero que no debe empañar una temporada magnífica.

Durante nueve meses el Barça ha sido el mejor equipo de Europa, de largo. En la Copa estuvo formidable, no dando opciones a sus rivales. En la Euroliga accedió de manera brillante, con dos triunfos en Vistalegre, a la Final Four y allí doblegó a los otros dos mejores equipos del continente, CSKA y Olympiacos. Y en la Liga llegó a los play offs con solo tres derrotas en la fase regular.

Ahora sonará a pataleta, pero lo he dicho siempre; no es justo el sistema ACB. La 'Liga', por definición, debe ser el torneo de la regularidad, en el que se premie al mejor bloque durante toda la temporada. En otras ocasiones nos hemos beneficiado (por ejemplo la temporada pasada ante el TAU), pero sigo defendiendo, y lo haré siempre, que el campeón debería salir de la fase regular.

Pero este sistema ya se conocía. Se sabía que había que pasar dos rondas para, después, medirte a cinco duelos. El Caja Laboral sufrió en semifinales, pero eso puede haber sido una ventaja para ellos. Han mantenido la tensión competitiva durante todo el play off, mientras que los azulgrana han acusado los nueve días de 'vacaciones'. Ya ante el Unicaja, aunque arrollando, las sensaciones no fueron las mejores, pues solo se ganó por arreones.

Pero se sabía que esto podía pasar. Se acusó enormemente en el primer partido, se acusó en el segundo y se ha acusado en el tercero. Tampoco ha ayudado la actuación arbitral, puesto que parece que las diferentes filosofías (agresiva la del Caja Laboral, imaginativa la del Barça) hace que los árbitros vean de diferente manera una misma jugada en función de en cuál de las zonas suceda. Ayer, por ejemplo, conté hasta cinco faltas sancionadas al equipo de Xavi Pascual más que rigurosas en la primera parte, aunque no en la segunda.

Pero sería injusto decir que el Barça ha caído por los árbitros. No, es más sencillo. El campeón de Europa ha cometido muchos errores y lo ha pagado ante un gran equipo que se ha mostrado a la postre como el único capaz de hacerle sombra. Ni Ricky, ni Sada ni por supuesto Lakovic se han impuesto a Marcelinho. Splitter y Eliyahu han arrasado el juego interior azulgrana sistemáticamente y resulta inexplicable el desacierto en el lanzamiento exterior de Navarro y Basile durante toda la serie. Solo Mickeal parece haber dominado su parcela en la final.

El Barça ganó al Caja Laboral los dos partidos de la liga regular. ¿Es justo que sean los vitorianos los campeones? No debería serlo, pero con el actual sistema, lo ha sido.

Por tanto, enhorabuena al Caja Laboral. Y, por supuesto, enhorabuena al mejor equipo de Europa por una temporada magnífica empañada solo al final.

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